Resumen 2014: Answer Code Request – Code


En un año en el que todos le entraron al “deep house,” “ambient” y “techno,” los puristas se dieron de topes con las paredes al escuchar lo que muchos intentaron pasar como cualquiera de estos géneros, (yo mismo hice una nota sobre cómo lo que muchos llaman deep house no es sino tech house medio pinche.) Pero eso no quiere decir que no hayan habido buenas sorpresas dentro de cada uno de estos campos.

Así como el reissue del 120 Midtown Blues de Dj Sprinkles hizo brincar de alegría a los fans del deep house, la salida del primer LP de Answer Code Request puso como changos a los technoheads; sobre todo porque viene de la meca del techno más puro y duro: Ostgut Ton, el sello inhouse del club Berghain que, la neta, siempre termina de alguna manera u otra en los conteos de final de año, por decirles algo, este año están este disco y el set de Ryan Elliott para Panorama Bar en el conteo de RA pero, si los discos son tan buenos, no puede decirse que esto sea trampa.

El hecho real es que el primer larga duración de Patrick Gräser como ARC es un gran acierto, más allá de que sea o no el típico techno híper funcional que le conocemos tan bien a Berghain y sus acólitos (que no lo es,) funciona a dos niveles: en el club, pero también en la casa o los audífonos y, si bien sí existimos los que escuchamos sets mezclados todo el santo día porque ya no salimos de fiesta, es claro que hay muchos otros que se sienten raritos de escuchar este tipo de mezclas en otro contexto que no sea el club. Answer Request Code es uno de esos discos que funciona a la perfección como un híbrido entre las dos cosas.

Claro, como está de moda (por ejemplo, en el disco debut de Marcel Fengler, otro graduado de la Ostgut,) hay pasajes ambientales perfectos compartiendo lugar con los cortes para la pista de baile y eso sí, una pista de baile con más breakbeats que 4/4  puro y duro además de un tanto oscurona, pero esa siempre ha sido una de las características del sonido berlinés, no es como que sean los tipos más alegres del mundo. También hay momentos de muchísima belleza que, dicho sea de paso, son muy reminiscentes al trabajo de SHED cuando anda en plan light (como en el Shedding The Past,) y digo esto en buen plan, no como un punto malo que reprocharle a Gräser.

El caso es que es un gran debut y uno de los discos de techno más redondos y gratificantes del año que acaba. Están a buen momento de meterlo en su top del 2014 y echarle un par de escuchadas antes de que se nos acabe diciembre.


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