Reseña de los audífonos Grind Wireless de Skullcandy


Reseña de los audífonos Grind Wireless de Skullcandy.- Recién hice un post sobre qué audífonos recomiendo y por qué los recomiendo, pero el hecho real es que los Bose y Ultrasone están entre los 3 y 4 mil pesos, erm… No son baratos y, por lo mismo, es recomendable no llevarlos en el Metrobus o al paseo ciclista (en general no es buena idea andar en bici con audífonos).

 

Debo admitir que tenía mis reticencias respecto a Skullcandy porque, como toda marca, tiene todo un rango de productos y mis compañeros de la chamba (que no son unos clavados del audio) tienen los modelos más morritos que yo no me compraría; pero ya desde mi nota de anteayer dije que leí más de un par de reseñas que decían de los Grind en específico, que eran los mejores audífonos de su categoría: la famosa gama media.

 

Pero bueno, el caso es que justo me mandaron unos Grind Wireless para echarles un test-run y con eso responder a su petición (la de ustedes, queridos lectores) de reseñar/recomendar unos audífonos más accesibles. Acá mi reseña de estos audífonos:

Skullcandy Grind

 

Lo primero que se agradece enormemente es que no maquillan el sonido, a diferencia de muchos audífonos de la categoría los Grind no están sobresaturados de bajos (esto es gracias a sus drivers REX40TM); en ese sentido tienen un balance más natural de tonos medios y agudos.

 

Chale… No me odien por lo que voy a decir, pero siendo brutalmente honesto, maquillar el sonido con graves es lo que muchas marcas hacen para apantallar a la banda que no sabe de audio, en general lo que quieres es escuchar la música como salió del estudio, meterle a la ecualización y/o pintar el sonido con graves es una práctica más reciente (como de los 80 tardíos o early 90’s, un día si quieren hago un post al respecto) que tiene aplicaciones reales si se usa bien, pero es un no no entre ingenieros y geeks.

 

No recibí ninguna llamada, así que no supe qué tal suena la voz o qué tal jala el micrófono, pero se linkeó con la computadora y el celular de manera muy rápida. Mención aparte se lleva el hecho de que tienen un cable miniplug a miniplug por si quieres usarlos wired (lo opuesto a wireless, pues). Cargaron en chinga y la batería dura varios discos enteros.

 

Ahora hablemos de los pequeños “hang ups” que sí tienen que, la neta, son muy pocos para el precio y la categoría en la que están. Si los comparas con los Marshall y los Ultrasone (los dos que yo tengo se conectan por miniplug/plug), sí suenan un punto más bajo y por punto me refiero a una rayita en la Mac o el iPhone. Le ganan a los Marshall por ser más cómodos (y yo sospecho que los Marshall maquillan un poquito los bajos, pero tendría que checarlo a fondo), pero también tienen un poquito más de filtrado de sonidos exteriores, no como no comprártelos… Al final, los Marshall pueden ser un poco una patada en los huevos por ser incomodísimos y de ese precio hay mejores audífonos. Lo que nos lleva al veredicto final:

 

Son cómodos, tienen un sonido balanceado y están sólidamente construidos. No sólo los recomiendo, me uno a la postura de que son los mejores de la gama media porque suenan igual de bien que audífonos que están de mil a 2 mil pesos más caros.


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